
Claves para detectar a tiempo el estrés por calor en las gallinas
Durante el verano, las gallinas ponedoras sufren estrés térmico por exceso de calor; algo que no solo afecta su bienestar y salud, pudiendo incluso producirles la muerte en los casos más extremos, sino que también dificulta la producción en cantidad y calidad de huevos, al alterarse su equilibrio hormonal. Cómo detectar este estrés térmico a tiempo y poner en marcha las medidas adecuadas para atajarlo y, sobre todo, prevenirlo es de lo que te vamos a hablar en este post.

Durante el verano, las gallinas ponedoras sufren estrés térmico por exceso de calor; algo que no solo afecta su bienestar y salud, pudiendo incluso producirles la muerte en los casos más extremos, sino que también dificulta la producción en cantidad y calidad de huevos, al alterarse su equilibrio hormonal.
Antes de nada es importante señalar que el estrés térmico en estas aves puede aparecer cuando a partir de 27°C la suma de la humedad relativa y la temperatura resulta ser superior al valor de 105. Y es que, si bien es cierto que la pérdida de calor por evaporación aumenta con la temperatura, también lo es que disminuye a medida que aumenta la humedad.
Cómo detectar este estrés térmico a tiempo para poder poner en marcha las medidas adecuadas para atajarlo y, sobre todo, prevenirlo es de lo que te vamos a hablar en este post.
Hay una serie de señales visuales que deben despertar nuestras alarmas:
- Nuestras amigas emplumadas jadean, su pico permanece abierto y tienen más de 150 respiraciones por minuto.
- Las aves están menos activas.
- Sus alas permanecen estiradas, para facilitar la evaporación y disipar el calor.
- Se las ve más nerviosas y aumenta el picaje (las gallinas se picotean entre sí)
- Ponen menor número de huevos y estos son más pequeños.
- Disminuye el consumo de alimento y aumenta el consumo de agua.
- Sus heces son más blandas (entre otras cosas por ese mayor consumo de agua).
Además de estas señales visuales que podemos observar fácilmente en el animal, como ya hemos dicho la calidad y cantidad de huevos se ve también afectada, pues nuestras gallinas disminuirán su gasto metabólico a consecuencia del estrés térmico. Los huevos son de menor tamaño, la cáscara es más pálida y débil, la clara del huevo se vuelve menos densa y más acuosa y, si el estrés térmico es agudo, podría incluso detenerse la puesta.
¿Cómo podemos evitar o revertir el estrés térmico?
En este post vamos a dejarte tan solo tres tips que serán fundamentales:
- Asegúrate de que las gallinas dispongan de áreas sombreadas, frescas y ventiladas durante las horas de más calor.
- Evita que el comedero, el bebedero y la conducción de agua estén expuestos directamente al sol.
- Asegurarse de que el lugar de descanso por la noche sea fresco.
Recuerda que tienes más información que te puede ayudar la prevención del estrés térmico en otros de nuestros post: “¿Sabes cómo mantener a tus gallinas frescas y sanas en verano?” y “Cómo alimentar a tus gallinas en los meses de más calor”


Cómo adaptar el gallinero con la llegada de la primavera
