La introducción de nuevas gallinas en un grupo ya consolidado y con su jerarquía establecida no es tarea fácil. De hecho, el estrés causado puede afectar, especialmente a aquellas gallinas que después de un viaje han de hacerse su hueco en un nuevo ambiente. Como consecuencia puede que la puesta de huevos se retrase algunos días.
La introducción de nuevas gallinas en un grupo ya consolidado y con su jerarquía establecida no es tarea fácil. De hecho, el estrés causado puede afectar, especialmente a aquellas gallinas que después de un viaje han de hacerse su hueco en un nuevo ambiente. Como consecuencia puede que la puesta de huevos se retrase algunos días; debemos ser pacientes y darles un espacio para la adaptación. Algunos consejos para hacer más suave esta transición:
- Ofrece a las nuevas integrantes de tu gallinero un espacio cercano, pero aparte a modo de cuarentena, donde permanezcan al menos una semana y puedan ver a sus futuras compañeras.
- En el momento de juntarlas ten en cuenta que es mejor por la noche, colocándolas en sus perchas, y esparce antes cereales por el suelo, aumentando el número de bebederos en diferentes localizaciones para evitar posibles conflictos. Introduce más de una a la vez si es posible.
La edad de las nuevas incorporaciones es igualmente un factor a tener en cuenta. La mayoría de las gallinas comienzan a poner a los 4 meses de edad, pero algunas les puede tomar hasta un año. Las gallinas ponedoras producen huevos hasta los 6 años de edad y luego la producción de huevos se reducirá a uno o dos huevos a la semana.
Pero pueden darse además otras circunstancias que hagan que las gallinas pueden dejar de poner huevos: la muda de plumaje, el entorno, los cambios de luz y temperatura, la presencia de enfermedades (relacionada en ocasiones por la falta de higiene en el hábitat), y factores relacionados con la alimentación son algunos de los más importantes.
La muda, o cambio de plumaje en las gallinas que viven al aire libre, se da sobre todo ante los cambios de estación bruscos, con cambios de luz y temperatura y conlleva ciertas trasformaciones fisiológicas y un descanso en la producción de huevos.
Por otra parte, las gallinas ralentizan la producción de huevos en los meses más fríos del año, como son el otoño y el invierno, debido a las horas de luz más cortas y al clima más frío. Esto se debe a una economía de la energía, que el ave emplea en mantenerse caliente, en lugar de seguir poniendo huevos.
En cuanto a la alimentación, ten en cuenta que la presencia de cereales seleccionados, proteinas y aceites vegetales que consiguen que facilitan la digestibilidad y permite que las aves expresen su máximo potencial de puesta de huevos.
También es importante un adecuado equilibrio de minerales, relación Ca/P y vitamina D, y extractos naturales de plantas que permitan una mayor vitalidad de las gallinas.
Por último, para animar a tu gallina a poner huevos, no debes descuidar su entorno que debe ser limpio, tranquilo y acogedor. Recuerda los consejos que te ofrecemos en nuestro post sobre “La importancia de un buen nidal” y no olvides que del bienestar del ave dependerá también su productividad. ¡Ah! y muy importante también: el bebedero debe estar limpio y lleno en todo momento.
Una vez tenidos en cuenta todos estos aspectos, los siguientes signos podrán alertarte de que la ansiada puesta esta próxima: las gallinas cacarean más a menudo, se muestran inquietas y comienzan a buscar un lugar más tranquilo y seguro para poner sus huevos.