Un nidal o ponedero es aquel espacio en el que las gallinas están tranquilas y ponen sus huevos. Su tipo, tamaño, ubicación, y limpieza son aspectos fundamentales a tener en cuenta para asegurar la salud y el bienestar de nuestras amigas emplumadas y, por su puesto, para asegurar también su productividad.
Un nidal o ponedero es aquel espacio en el que las gallinas están tranquilas y ponen sus huevos. Su tipo, tamaño, ubicación, y limpieza son aspectos fundamentales a tener en cuenta para asegurar la salud y el bienestar de nuestras amigas emplumadas y, por su puesto, para asegurar también su productividad.
Tipos y tamaños de nidales
- Con uno, dos o tres departamentos, teniendo en cuenta que en cada uno de ellos caben de 1 a 4 gallinas. A partir de 12 gallinas necesitarías más de 1 ponedero.
- En batería, cuando el número de gallinas empieza a ser más elevado, ya que nos permite ahorrar espacio y aprovechar la altura.
- Jaulas de diferentes tamaños para jardines y patios.
- Ponederos de madera, también con diferentes tamaños.
Además pueden ser con cubeta incorporada (superficie de plástico agujereada para mantener la higiene y el bienestar de los animales) o con base de rejilla a la que hay que incorporar la cubeta. La ventaja es que si se rompe la cubeta, a diferencia de los primeros, no es necesario cambiar el nidal entero. Lo ideal es que, interiores o exteriores, los nidales estén siempre techados. Y en cuanto al material pueden ser de rejilla, plástico o madera.
¿Podemos enseñar a nuestras gallinas a usar los nidos?
¡Claro! Las gallinas son aves inteligentes a las que además les gusta la comodidad y, por tanto, tienen capacidad de aprender, sobre todo si es para mantener su entorno más confortable. Es importante conseguir que las gallinas pongan todos los huevos en el nidal, pues aquellos que quedan fuera no serán incubables, al ser más proclives a las contaminaciones que afectan tanto al número como a la calidad de los futuros pollitos.
A la hora de educar a nuestras gallinas la edad no juega a nuestro favor, cuanto más jóvenes sean y menos hábitos hayan adquirido, más sencillo será el aprendizaje. Además puede ayudarnos poner perchas en los nidales que facilitarán la entrada de las aves a los mismos, así las gallinas aprenderán a usarlas e ingresar a los nidos. Y más trucos: ábreles el nido justo antes de la primera puesta, antes de que pongan huevos en cualquier otro sitio. Inspecciona los gallineros en la mañana temprano, cuando están poniendo, así las que lo hacen en el suelo se sentirán incomodas y entenderán que los nidales son más seguros y tranquilos.