
La importancia de la iluminación para el bienestar de tus aves
- 2025
- Gallinas
Las aves son extremadamente sensibles a la luz. No solo la necesitan para ver sino que su cuerpo usa la luz para regular procesos vitales: desde saber cuándo dormir o estar activas, hasta cuándo reproducirse o mudar el plumaje.

Cuando pensamos en el bienestar de nuestras aves, solemos enfocarnos en la alimentación, el tamaño de la jaula o el enriquecimiento ambiental. Y aunque todo eso es clave, hay un factor fundamental que muchas veces pasamos por alto: la iluminación.
Sí, la luz. Ese detalle que parece tan simple puede marcar la diferencia entre un ave sana, activa y feliz, y una que vive estresada o con problemas de salud.
En este artículo queremos contarte por qué la luz es tan importante para tus aves, cómo influye en su cuerpo y comportamiento, y qué puedes hacer para asegurarte de que estén recibiendo la iluminación que realmente necesitan.
¿Por qué la luz es tan importante para las aves?
Las aves son extremadamente sensibles a la luz. No solo la necesitan para ver, como nosotros, sino que su cuerpo usa la luz para regular procesos vitales: desde saber cuándo dormir o estar activas, hasta cuándo reproducirse o mudar el plumaje. Todo esto está relacionado con lo que se llama fotoperiodo, que no es otra cosa que la duración del día (o mejor dicho, de la luz) que perciben.
En la naturaleza, las aves ajustan su reloj biológico con la salida y la puesta del sol. Pero en casa, eso depende de nosotros. Si una jaula está en un lugar muy oscuro, o si las luces artificiales no se apagan nunca, su organismo se desregula. Y eso puede tener consecuencias importantes: alteraciones hormonales, estrés, disminución de la puesta de huevos, plumas en mal estado, o incluso problemas inmunológicos.
El reloj interno de tus aves: el fotoperiodo
Así como nosotros funcionamos mejor con una rutina, tus aves también necesitan un ciclo claro de día y noche. En promedio, la mayoría de las aves se benefician de un fotoperiodo de entre 10 y 14 horas de luz diaria, dependiendo de la especie y de la época del año.
Cuando este ciclo se altera constantemente —por ejemplo, si enciendes la luz a cualquier hora o si la jaula está cerca de una pantalla que queda prendida toda la noche— su reloj interno se desajusta. Esto no solo las desorienta, sino que puede llevar a comportamientos anómalos como agresividad, picaje o letargo.
Lo ideal es imitar lo más posible la iluminación natural, con horarios regulares de luz y oscuridad. Incluso en ambientes cerrados, se pueden usar temporizadores para que las luces se apaguen y enciendan de forma gradual y constante, simulando el amanecer y el anochecer.
No toda la luz es igual: el espectro importa
Otro punto clave es la calidad de la luz. Las aves ven el mundo de forma muy distinta a nosotros. Su visión incluye el espectro ultravioleta (UV), lo que les permite percibir colores que nosotros ni siquiera imaginamos. Esta capacidad visual no es solo estética: también afecta su comportamiento social, la elección de pareja, la búsqueda de alimento y el reconocimiento del entorno.
La mayoría de las luces artificiales comunes (como los tubos fluorescentes o bombillas LED estándar) no emiten luz ultravioleta. Esto significa que, aunque una habitación parezca suficientemente iluminada para nosotros, para las aves puede ser un entorno pobre y sin estímulos.
Por eso, especialmente si tienes aves exóticas, psitácidas o especies tropicales, es muy recomendable usar lámparas especiales para aves que emiten UVB. Estas lámparas imitan la luz solar y ayudan también en la síntesis de vitamina D3, esencial para la absorción de calcio y el mantenimiento de huesos y picos sanos.
Intensidad, parpadeo y ubicación
Además del horario y del tipo de luz, hay otros factores importantes. La intensidad debe ser suficiente para que el ave pueda explorar y comportarse con normalidad, pero sin ser excesiva. Una luz demasiado intensa puede generar estrés, mientras que una iluminación pobre puede dificultar la alimentación, el juego y la interacción.
Un detalle técnico pero crucial: muchas luces artificiales parpadean a una frecuencia imperceptible para nosotros, pero no para las aves, que pueden detectar hasta 100 fotogramas por segundo. Ese parpadeo constante puede resultar molesto o incluso estresante para ellas. Por eso, si es posible, conviene elegir sistemas de iluminación con balastros electrónicos o tecnologías que eliminen el flicker.
En cuanto a la ubicación, asegúrate de que tu ave pueda acceder a zonas iluminadas y sombreadas dentro de su jaula o aviario, para que pueda autorregularse según su necesidad. Evita que la luz esté siempre directamente sobre su cabeza o que no tenga opción de alejarse de ella.
Conclusión
Cuidar la iluminación del entorno de tus aves no es solo una cuestión de estética o comodidad: es una herramienta fundamental para mantener su salud física, hormonal y emocional en equilibrio. Con una luz adecuada, ellas pueden dormir mejor, regular sus funciones internas, interactuar de forma más natural y, en definitiva, vivir con mayor bienestar.
Posts relacionados
-
Descubre por qué las gallinas ponen huevos de distintos colores: blancos, marrones, azules o verdes. Te explicamos cómo influyen la genética, la raza y otros factores en esta curiosa diferencia
-
Las aves son extremadamente sensibles a la luz. No solo la necesitan para ver sino que su cuerpo usa la luz para regular procesos vitales: desde saber cuándo dormir o estar activas, hasta cuándo reproducirse o mudar el plumaje.
-
Si tienes gallinas en casa, aunque sea en un gallinero pequeño, esta legislación te afecta de manera directa. A continuación, te explicamos los principales cambios, tus obligaciones como criador y las consecuencias de no cumplir con la normativa.