¿Por qué las gallinas ponen huevos de colores diferentes?

En este artículo te vamos a contar todo lo que necesitas saber sobre el fascinante mundo del color de los huevos. ¡Prepárate para descubrir que, detrás de cada cáscara, hay ciencia, genética y algo de arte natural!

La clave está en la genética

La razón principal por la que los huevos tienen diferentes colores es simple: la genética de la gallina. Cada raza (y a veces incluso cada línea dentro de una raza) tiene un “código genético” que determina de qué color será la cáscara del huevo que pone.

Esto se debe a pigmentos naturales que la gallina deposita sobre la cáscara durante el proceso final de formación del huevo en el oviducto. Existen dos pigmentos principales:

• Protoporfirina IX, que da lugar a tonos marrones o rojizos.
• Biliverdina, que genera el color azul verdoso.

Dependiendo de la cantidad, combinación y momento en que se depositan estos pigmentos, obtenemos los distintos colores.

¿Qué colores de huevos existen?

Aunque todos los huevos tienen la misma estructura básica, las cáscaras pueden variar bastante. Algunos ejemplos:

• Huevos blancos: Son típicos de razas como la Leghorn. No se deposita ningún pigmento en la cáscara, por eso se ven blancos.
• Huevos marrones: Comunes en razas como la Rhode Island Red, Plymouth Rock o Sussex. El pigmento se deposita en la última etapa del paso por el útero.
• Huevos azulados: Típicos de razas como la Araucana, Ameraucana o Cream Legbar. La biliverdina se deposita en la cáscara desde el principio, por eso el color atraviesa toda la cáscara.
• Huevos verdes u oliva: Se producen cuando se combinan pigmentos marrones sobre una base azul. Por eso muchas veces provienen de gallinas híbridas, como las "Easter Eggers".
• Huevos rosados o cremosos: Son variaciones suaves de los marrones, con menos pigmento.

¡Y sí! Todas estas variaciones son perfectamente naturales y seguras para el consumo.

¿Influye la alimentación?

Esta es una duda muy común. Aunque la genética manda en cuanto al color, la dieta puede influir en la intensidad o tonalidad. Por ejemplo:

• Una gallina bien alimentada, con buena salud y acceso a minerales adecuados, puede producir huevos con colores más definidos.
• Deficiencias nutricionales pueden hacer que los pigmentos se expresen con menos intensidad o que los huevos tengan manchas en la cáscara.
• Además, la alimentación influye más notablemente en el color de la yema (por ejemplo, más amarilla si comen maíz o alfalfa), pero **no cambia el color de la cáscara de forma significativa.

¿Cambia el color con la edad?

Sí. A medida que la gallina envejece, puede que los huevos que pone sean un poco más grandes y con un color más claro. Esto se debe a que, con el tiempo, el aparato reproductor se vuelve menos eficiente y se reduce la cantidad de pigmento depositado.

Sin embargo, esto no afecta la calidad interna del huevo, siempre que la gallina esté sana.

¿Los huevos de colores saben diferente?

¡No! El sabor y el valor nutricional del huevo no dependen del color de la cáscara, sino de la alimentación y el manejo de la gallina. Un huevo de gallina criada al aire libre, con dieta variada y libre de estrés, tendrá mejor sabor y calidad sin importar si es blanco, marrón o azul.

Lo que sí puede variar es la percepción del consumidor. Algunas personas creen que los huevos marrones son “más naturales” o que los azules son “más exóticos”, pero eso es solo una cuestión cultural o de mercado.

Entonces, ¿cuál elegir?

La elección de huevos por color es, en la mayoría de los casos, una cuestión de gusto personal o estética. Pero si crías tus propias gallinas, puede ser divertido y útil elegir razas que produzcan una variedad de colores.

Incluso hay personas que seleccionan sus gallinas pensando en “decorar” naturalmente la huevera con una gama de colores sin necesidad de teñirlos.

Conclusión

El color de los huevos es una maravillosa expresión de la diversidad genética de las gallinas. Lejos de ser un simple detalle visual, nos muestra cómo la naturaleza, a través de pigmentos y procesos biológicos precisos, puede sorprendernos cada día.

Así que la próxima vez que recojas un huevo azul, marrón o blanco, recuerda: lo importante está en el interior… pero la historia empieza en la cáscara.