Es conveniente suministrar el pienso de arranque a libre disposición desde el tercer día de vida. De esa manera las terneras sefamiliarizarán con el olor y el sabor y, en definitiva, empezarán acomerlo a una edad temprana.
Los primeros días basta con añadir un puñado diario (50 gramos) y comprobar que se lo comen. Si no hay problemas, iremos añadiendo cada día un poco más.
Diariamente se debe retirar el sobrante que no coman y limpiar los cubos contaminados con agua, heces u orina. Además, tenemos que evitar llenar el cubo hasta arriba de pienso, añadiendo solo la cantidadque coman al día, y tratar de usar recipientes poco profundos para que el alimento sea fácilmente accesible. Es básico suministrar agua desde el primer día de vida en un cubo alejado del pienso paraevitar que se moje (y aumentar su ingesta).
