Hemos aprendido que limitar la alimentación (leche y/o pienso y/o forraje picado) crea competencia entre las terneras al igual que en las vacas adultas. Las terneras prefieren no competir por la comida por lo que el espacio de alimentación y la disponibilidad de comida son importantes.
Más competencia significa menos acceso a la comida y por tanto menos desarrollo. Incluso después del destete, las terneras que han tenido que competir continuarán con patrones de alimentación menos saludables: serán más agresivas y desplazarán a sus compañeras de lote; comerán menos comidas sincronizadas con sus compañeras de lote; y desarrollarán más estereotipias.