Control de proveedores
Son el primer eslabón de la cadena alimentaria. Todos ellos son evaluados con auditorias en las que Nanta asesora a los proveedores en aquellos puntos débiles que puedan ser detectados. Durante dichas auditorias comprobamos la capacitación de cada proveedor para producir, procesar, almacenar y transportar los ingredientes/materias primas que nos comercializan. Y más allá de las auditorías, se establece una relación en la que la comunicación continua con nuestros proveedores es clave. De este modo, en el momento que se descubre cualquier no conformidad referente a calidad o seguridad alimentaria, o cualquier incumplimiento de especificaciones, les son comunicadas de manera inmediata.
Control de materias primas
Toda materia prima es analizada previamente a su uso, ningún camión descarga sin la autorización previa del laboratorio y ninguna materia prima recibida en big bags o sacos se emplea sin ser muestreada y posteriormente analizada y autorizada por laboratorio.
El análisis de las materias primas se realiza con la tecnología NIR, a excepción de correctores y núcleos. Además, algunas se someten a controles especiales como son el análisis de cloruros en productos procedentes de derivados lácteos; el análisis de micotoxinas en cereales y subproductos; el análisis microbiológico en productos derivados de la soja o en fuentes proteicas como la harina de pescado, etc.
Es muy importante asegurar la calidad de las materias primas empleadas puesto que nos allanará el camino en la obtención de un pienso de alta calidad.
Control de productos terminados
Los piensos también son analizados con la tecnología NIR con el objetivo de verificar que todos los parámetros bioquímicos están dentro de límites fijados en fórmula, como son la humedad, la proteína bruta, la materia grasa, los minerales y la fibra bruta.
Se controla la durabilidad del gránulo, que mide el porcentaje de gránulos que llegarán al comedero sin romperse, y la dureza, que mide la presión necesaria para romperlo, de gran importancia ya que un gránulo muy duro reduce el consumo.
Finalmente, se dispone también de un plan mensual de control del balance electrolítico entre calcio y fósforo, de cloruros y de micotoxinas (Aflatoxinas, Vomitoxina, Zearalenona, Fumonisina, Ocratoxina y T2-HT2), así como un control externo a nivel de microbiología, peróxidos, plaguicidas, metales pesados y dioxinas.