Resistencias a antimicrobianos en ganadería

Antes de comenzar el abordaje de este tema, tenemos que precisar que los alimentos consumidos actualmente son sanos, incluso los más sanos que hemos consumido nunca. Las enfermedades que marca la ley están controladas, sean zoonosis o no, y los periodos de supresión de los diferentes medicamentos aseguran su inocuidad.

Otra cosa es el uso de los antimicrobianos y las resistencias que han aparecido en los últimos tiempos. En este asunto la culpa es de la utilización, tanto humana como veterinaria. El buen uso curativo de estas sustancias es necesario y lo seguirá siendo y el abuso y uso preventivo va a ser eliminado casi en su totalidad.

Quizás el abuso preventivo en medicina veterinaria es uno de los factores más importantes en la aparición de resistencias, como lo es el abuso en humana. ¿En qué familia no han recetado antibióticos para mejorar la evolución de la gripe, siendo un proceso viral?

Desafortunadamente, España tiene el record de consumo de antibióticos y eso nos convierte en el blanco de muchas críticas. Esto nos tiene que hacer reflexionar y deberemos entender que el uso correcto y curativo va a ser necesario, tras un buen diagnóstico y con una elección de los fármacos mucho más estudiada.

El uso preventivo va a sufrir un drástico cambio hasta la práctica extinción. Aquellos tiempos en los que un mal diagnóstico y un mal manejo se suplía con un abuso de antibióticos han acabado y debemos adaptarnos a los nuevos panoramas y cambiar la batería de antimicrobianos por una batería de mejoras en el manejo de los animales, mejoras en el medio ambiente donde viven, programas sanitarios preventivos, diagnósticos más eficientes y todo aquello que mejore el bienestar de los animales y evite el estrés.

Con esas mejoras, vamos a disminuir la necesidad de fármacos y esto va a repercutir en una evolución más lenta de las resistencias.

Aquellos veterinarios o empresas que ya han entendido esta consigna, están adaptándose y asegurando su futuro. La adaptación va a pasar por el uso de vacunas, probióticos, prebióticos y diferentes sustancias, inocuas para nuestra salud pero que favorecen la sanidad de nuestros rebaños.

Esta adaptación va a ser muy rápida y aquellos que no se adapten, los adaptaran la ley y el mercado. El bajo uso de antibióticos ya se vende en algunos países como símbolo de calidad y si no sabemos colocar en el mercado productos buenos, sanos y limpios, con las garantías que el consumidor y la ley exige, habremos perdido la batalla de la producción y la comercialización y eso será la crónica de una muerte anunciada.

Adaptarse o morir, la evolución siempre tiene la razón.

Luis Miguel Ferrer

Profesor de la Universidad de Zaragoza