Ecografía pulmonar en terneros mamones: 3 años de experiencia en explotaciones comerciales mejorando el diagnóstico del síndrome respiratorio bovino

Joan Tutusaus
Doctor en Veterinaria

23/08/2023

Proyecto en colaboración con Nanta.

El síndrome respiratorio bovino (SRB) es la principal causa de mortalidad y morbilidad en la industria de recría de mamones. Las repercusiones económicas de la enfermedad son importantes: coste de tratamientos, entre ellos el elevado gasto de antibióticos, servicios veterinarios y la mortalidad inmediata de los terneros afectados (9, 10, 11). Pero esto no es todo, un número variable de terneros terminará superando la fase aguda de la enfermad y evolucionaran a enfermos crónicos, actuando como reservorios en la explotación, perpetuando el problema infeccioso. Estos terneros, además, van a ser muy poco productivos, presentando unos índices de conversión indeseables y una ganancia media diaria muy baja. Los malos índices productivos comportarán un aumento importante de los días de estancia en cebadero muy superior a la media, y una vez en matadero, la calidad de la canal así como su rendimiento serán bajos (8).

Para abordar el problema que se plantea es necesario que los tratamientos se realicen lo más pronto posible una vez se detecte un brote respiratorio. Si esto se consigue, se estarán tratando individuos con unas lesiones en el pulmón de formación reciente y poca extensión, de manera que vamos a necesitar una cantidad relativamente pequeña de antibiótico para llegar al tejido diana y parar la infección. Además, la probabilidad de generar resistencias a los antimicrobianos también será menor (1).

En realidad, pese a realizar tratamientos, metafilácticos o individualizados, el SRB sigue siendo una patología siempre presente en nuestras explotaciones. El fracaso terapéutico se debe a que los tratamientos llegan tarde en demasiadas ocasiones (5). Diagnosticamos la enfermedad en terneros que llevan un tiempo considerable con el proceso respiratorio, con unas lesiones pulmonares extensas, que presentan consolidación, falta de ventilación pulmonar y perfusión sanguínea disminuida en dichas áreas. Estos factores impiden que el antimicrobiano elegido llegue al tejido diana con facilidad. Este fenómeno es el que provoca el fallo del tratamiento, aunque el antibiótico elegido sea el indicado de acuerdo con los antibiogramas realizados previamente.  Cuando el clínico observa estos resultados empíricos en granja intenta solucionarlo aumentando la dosis de antimicrobiano, o instaurando un tratamiento de segunda o tercera opción, aumentando el riesgo de aparición de resistencias a dichos antimicrobianos. Y aun así, las probabilidades de éxito de estos tratamientos siguen siendo bajas.

Está claro que existen limitaciones importantes en el diagnóstico del SRB. La detección de un enfermo, habitualmente se da por la observación de los signos clínicos por lo que el proceso respiratorio ya lleva cierto tiempo instaurado en el organismo del animal. A las limitaciones en el diagnostico tenemos que sumar la idiosincrasia y las características intrínsecas propias de la industria de la recría de mamones. Se trata de lotes de terneros habitualmente homogéneos en cuanto a pesos y raza. Sin embargo, para llegar a esta homogeneidad de lote se necesita mezclar terneros de orígenes muy distintos, en cuanto a granjas, zonas e incluso países. De modo que estamos trabajando con lotes multiorigen, de los cuales no sabemos absolutamente nada: encalostramiento previo, vacunaciones, tratamientos previos, situación sanitaria de las explotaciones de origen, presencia de PI’s y un largo etc. Es necesario explicar también que los animales llegan a las mamoneras de destino con una importante inmunosupresión debido al transporte, a menudo exhaustos después de largas horas de viaje. Es habitual que los animales de otros países realicen paradas intermedias en centros de concentración, y los terneros nacionales salen de las granjas de origen para pasar por ferias y subastas donde serán vendidos al comprador final que los va a cebar. De modo que en las mamoneras estamos manejando terneros de alto riesgo sanitario.

Ante esta realidad, la recría de mamones supone todo un reto y un arte. En demasiadas ocasiones se han sustituido los diagnósticos, poco eficaces y tardíos, por el uso profiláctico y cuando menos metafiláctico de antimicrobianos con el objetivo de reducir bajas y no dejar animales enfermos sin tratar, intentando que el tratamiento no solamente llegue a los enfermos clínicos, sino también a los subclínicos, la población diana a tratar. En la situación actual, existe una presión muy fuerte para que se utilicen los antimicrobianos lo más racionalmente posible, por lo que las prácticas que se acaban de describir, actualmente ya no son una opción para solucionar el problema. De modo que es absolutamente necesario encontrar formas para mejorar las técnicas de diagnóstico del SRB para producir de una forma sostenible y sin fomentar la aparición de resistencias a los antibióticos.

Existen diferentes técnicas de diagnóstico que se pueden utilizar:

Inspección visual de signos clínicos:

Es la técnica de diagnóstico más utilizada. Es fácil de llevar a cabo, no se necesita ningún instrumento o herramienta y con el debido entrenamiento lo puede realizar el veterinario, el ganadero, o el trabajador encargado de los terneros y se puede realizar a diario. El principal problema es que es una técnica subjetiva y que solo permite detectar a los enfermos clínicos. Existe un sistema de puntuación de los signos clínicos que han propuesto algunos autores (2) con el fin de objetivar la técnica y mejorar sensibilidad y especificidad (3).

Toma de temperatura rectal:

 Este método permite detectar animales subclínicos que se encuentran en la fase aguda de la enfermedad y están en un estado febril. Esta técnica es objetiva, da información al instante y no necesita ningún entrenamiento especial. Sin embargo hay que tener en cuenta que la fiebre no es especifica del SRB, y a su vez puede presentar un curso intermitente o aparecer en un periodo concreto, de modo que no todos los enfermos de SRB van a tener fiebre de forma continua durante el curso de la enfermedad (6). Cuando se combinan la inspección visual y la toma de temperatura, la sensibilidad y especificidad mejoran.

El diagnostico anatomopatológico:

Realizar necropsias es fundamental. El estudio de las lesiones macroscópicas a pie de granja nos da una información muy útil y absolutamente necesaria para hacer un buen diagnóstico e instaurar el tratamiento adecuado. Además, durante la necropsia vamos a poder tomar muestras de buena calidad para poder llevar al laboratorio y obtener el diagnostico etiológico, con posibilidad de realizar antibiogramas.

Por último, tenemos la ecografía pulmonar:

Esta técnica es objetiva, específica del SRB, proporciona resultados de forma inmediata y permite detectar los subclínicos. En un estudio de Ollivet et al. En 2015 (7) obtuvieron una sensibilidad de 94% y una especificidad del 100%. Sin embargo, requiere de un ecógrafo, y de entrenamiento, puesto que la técnica se debe aprender. Hay que mencionar también que solo diagnostica lesiones en el parénquima pulmonar y pleura, de modo que las afecciones en vía respiratorias altas no las vamos a detectar con este método.

Para empezar a hacer ecografía pulmonar sólo necesitamos un ecógrafo. El mismo que se usa en el control de reproducción bovina, es decir, un transductor lineal de 7,5 MHZ. Como la zona de abordaje es la pared costal y la sonda la colocamos externamente (no transrectal) vamos a necesitar aplicar sobre la zona un material que ayude a la difusión de los ultrasonidos para lograr una buena calidad de imagen. Una solución de etanol al 70% es suficiente. Se aplica una pequeña cantidad en la zona de exploración y a continuación colocamos la sonda entre los espacios intercostales (4). De esta manera no es necesario rasurar la zona de abordaje del ternero, lo que nos va a facilitar la realización de la ecografía con mucha rapidez. Una vez el operario esté entrenado, la ecografía va a llevar 2-3 minutos por animal. Este aspecto es muy interesante en las explotaciones de mamones, debido a que los lotes pueden ser de entre 50 y 200 animales, con lo que el tiempo de ejecución de la técnica es un factor relevante para que sea viable y aplicable en granja. Se exploran los dos lados del ternero. Con la sonda se recorren todos los espacios intercostales de craneal a caudal y a su vez, el espacio intercostal de dorsal a ventral.

Existen distintas propuestas de clasificación de las lesiones pulmonares en varios puntos (4,12). Sin embargo, se ha optado por establecer únicamente 4 categorías, para simplificar y agilizar el trabajo en granja. Los terneros explorados se clasifican en 4 grados que se definen a continuación (figura 1):

1: Se define como un pulmón con parénquima normal, aireado sin zonas de consolidación.

2: Se define como un pulmón sano pero que presenta artefactos de “cola de cometa” difusos sin consolidación.

3: Se define como un pulmón que presenta lesiones pequeñas y consolidadas en el parénquima.

4: Se define como un pulmón que presenta varias áreas o una muy extensa con consolidación importante.

Los terneros de grado 1 y 2 se consideran sanos, es decir, mamones que no requieren tratamiento. Por el contrario, los mamones clasificados como grado 3 y 4 son terneros que presentan neumonía moderada y severa, respectivamente.

 

Protocolos de Trabajo con ecografía pulmonar en las mamoneras

Se ecografóa al 100% del lote a la entrada (1-3 días de llegada) y se repite la exploración a todo el lote a los 21-23 días. Una vez ya se han diagnosticado los terneros con lesión pulmonar y categorizado, estos se pueden marcar con spray o de forma permanente con un crotal. Si usamos 2 colores distintos podemos discriminar entre terneros de grado 3 y 4 de una forma visual.

Una vez hemos terminado y tenemos los resultados, los terneros con lesión hay que separarlos de los sanos, ponerlos todos juntos en casetas o corrales a parte y dejarlos tetar la leche los últimos del lote. Con este manejo conseguimos disminuir la velocidad de transmisión del SRB de los terneros enfermos subclínicos a los sanos. A los animales de grado 3 y 4 se les instaura un tratamiento con antibióticos y antiinflamatorios.

Se pueden realizar las ecografías a los terneros cuando estos están tomando la leche, es un momento en que los animales van a colaborar y se van a dejar explorar fácilmente, por lo que no vamos a introducir en la explotación un manejo extra ni emplearemos más mano de obra de lo necesario. De forma simultánea el veterinario puede trabajar por detrás de los animales con el ecógrafo mientras por delante el operario reparte la leche y ayuda en el marcaje e identificación de los terneros con lesiones.

Las exploraciones ecográficas pulmonares aportan datos que nos permiten monitorizar un lote objetivamente. Después de cada sesión es importante elaborar un informe a disposición del ganadero, otros veterinarios, clientes, administración etc. con la información básica del lote explorado, los hallazgos y algunas recomendaciones de manejo y de tratamientos a realizar. Estos informes son útiles para justificar una metafilaxia, o precisamente para evitarla y prescribir solo tratamientos individuales.

 

En cada informe se reflejan los siguientes parámetros:

Informe de exploración de entrada:

  • % mamones de grado 3
  • % mamones de grado 4
  • % mamones totales con lesión

Informe de exploración a las 3 semanas:

  • % mamones de grado 3
  • % mamones de grado 4
  • % mamones totales con lesión

Además, el segundo informe va a incluir datos relativos a la evolución de les lesiones durante las 3 primeras semanas en granja:

-% mamones con involución (la categoría de la entrada se mantiene)

-% mamones que empeoran (la puntuación es superior a la de la entrada)

-% mamones que mejoran (la puntuación es inferior que la de la entrada, este parámetro no es sobre el total del lote, sino sobre el total de terneros diagnosticados de grado 3 y 4 a la entrada).

A continuación, se resumen 2 trabajos que fueron presentados en formato póster en el Congreso Mundial de Buiatria celebrado en Madrid en 2022 y un tercer trabajo en el Congreso Internacional ANEMBE de Medecina Bovina celebrado el mayo de este año en León. Son datos que se han generado después de trabajar con ecografia pulmonar durante un período de 3 años en distintas mamoneras comerciales en el Noreste de España, en la provincia de Lleida, con los protocolos descritos. Las ecografías fueron realizadas todas por el mismo veterinario.

 

Estudio 1

Se realizó con 12575 terneros procedentes de España, Francia y República Checa que se distribuyeron en 5 mamoneras distintas. Los animales fueron ecografiados a la entrada. El periodo de estudio fue de enero de 2020 a febrero de 2022. Para cada lote se calculó la prevalencia total de lesión pulmonar (PTLP) entendida como el número de terneros con lesiones de grado 3 y 4 respecto el número total de terneros del lote. La PTLP media de los lotes estudiados fue de 29,7%, con una variación en los lotes desde 5,5% a 72,8%. El tamaño del lote no influyó en la PTLP. Sin embargo, la procedencia del ternero según el proveedor sí que tuvo una relación significativa con la PTLP (P=0.004). Igualmente el peso a la entrada también estuvo relacionado con la PTLP: la categoría de bajo peso(˂55 kg) tuvo prevalencias menores (21,3%), mientras que las categorías de peso intermedia (55-65kg) y peso alto (>65 kg)  presentaron las prevalencias más altas (31,8% y 29,7%) respectivamente (P<0.0001). Los terneros checos presentaron las prevalencias más bajas (23,4%) mientras que Españoles y Franceses exhibieron las más elevadas (30,2% y 30,95% respectivamente) (P<0.0001). El periodo de mayo a setiembre fue una época de elevada prevalencia de lesiones para los españoles mientras que las lesiones bajaron para los franceses y checos en el mismo periodo (P<0.0001).

 

Estudio 2

Se realizó el seguimiento ecográfico según el protocolo descrito anteriormente (ecografía 1-3 días de la entrada y repetición a los 21-23 días) a 1001 terneros que se recriaron en dos mamoneras (granja 1 y granja 2) en la zona de Lleida, con el mismo manejo, programa nutricional y sanitario. Los terneros eran machos frisones de 70-72 kg a la entrada y fueron subministrados de dos orígenes distintos: Galicia (A) y Cantabria (B). El período de estudio fue de febrero 2020 a mayo 2021. De acuerdo con el protocolo ya descrito, a cada ternero se les asignó una puntuación después de cada exploración de acuerdo al grado de lesión diagnosticado (1,2,3 o 4).

Respecto a la puntuación de lesiones a la entrada, no hubo diferencias entre las dos granjas (1 y 2). Sin embargo, si que fue así según los orígenes de los terneros. Los procedentes del origen B presentaron puntuaciones más elevadas que los del origen A (2.67 ± 0.67 vs. 2.49 ±0.63) (P˂0.0001).

En lo que se refiere a la puntuación de lesiones en la segunda exploración, los de la granja 1 mostraron recuentos más elevados que en la granja 2 (2.83 ± 0.76 vs. 2.55 ± 0.66) (P˂0.0001) (figura 2.1).

La evolución de las lesiones pulmonares (entendida como la diferencia entre los recuentos de la primera y la segunda exploración): fué menor para los terneros del origen B (0.11 SD± 0.84 vs. 0.24 SD± 0.89) (P=0.05) (figura 2.2),  fué menor para la granja 2 en comparación con la granja 1 (DLL= 0.03 ± 0.79 vs. 0.29 ± 0.91) (P˂0.0001) (figura 2.3) y menor durante el periodo de mayo a octubre en comparación con el período de noviembre a abril  (-0.19 ± 0.82 VS. 0.34 ± 0.86) (P˂0.0001) (figura 2.4).

 

Estudio 3

En un tercer estudio, se ecografiaron 2002 terneros de febrero 2020 a marzo 2021 con el mismo protocolo del estudio 2. Los animales se recriaron en 2 mamoneras en la provincia de Lleida con el mismo manejo, programa nutricional y sanitario. Eran machos frisones españoles con un peso a la entrada de 70-72 kg. Se registraron las bajas producidas durante el periodo de mamonera y cebo. De los 2002 mamones, 1037 (51,80%) se clasificaron como sanos (suma de las categorías 1 y 2), 805 (40,21%) se diagnosticaron de grado 3, y 160 animales (7,99%) tuvieron una puntuación inicial de 4. Comparando los mamones vivos (n=1837), los muertos (n=145) presentaron una puntuación superior tanto en la primera exploración ecográfica (+0,17 p=0.008) como en la segunda (+0,42; Anova p< 0,0001) y también la evolución de las lesiones fue peor (+025; p< 0,0001) (Figura 3). Un análisis de regresión logística multivariante mostró que la puntuación de la segunda exploración ecográfica era un predictor fuerte de la mortalidad de los mamones (Odds ratio, 1,86; 95% de intervalo de confianza, (1,81-1,91); p<0,001), junto con la granja y el mes en que se realizó la exploración ecográfica. Es decir, que un ternero diagnosticado de categoría 3 y 4 en la segunda exploración, tenía 1,86 veces más posibilidades de morir que un ternero clasificado en las categorías 1 y 2.

 

Conclusiones

La ecografía pulmonar es una herramienta de diagnóstico eficaz del SRB y se puede utilizar de una forma rutinaria y protocolizada en la recría de mamones.

Nos proporciona información, que analizada debidamente, nos puede ayudar a tomar decisiones sobre el manejo sanitario de los lotes y a trazar una estrategia en los tratamientos respiratorios.

Constituye un recurso más que el veterinario clínico puede aprender y ofrecer a sus clientes con el objetivo de ser cada día más eficientes y sostenibles en la producción de terneros mamones.

Se necesitan más estudios para poder cuantificar la potencial reducción del uso de antibióticos mediante esta técnica en las explotaciones comerciales.

 

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Joan Tutusaus

Doctor en Veterinaria

 

Bibliografía

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