Mejora de las condiciones ambientales y su relación con la reducción del uso de antibióticos en cunicultura
La producción animal es el principal usuario de antibióticos en la Unión Europea, ocupando España el tercer lugar en el consumo general y el primero en el consumo de antibióticos en cunicultura (ESVAC, 2016).
En este sentido, varios autores han afirmado que el uso de antimicrobianos en animales ha contribuido a la aparición y selección de bacterias resistentes en la cadena alimentaria (OIE, 2016). Por ello, durante los últimos años, se han realizado muchos esfuerzos para tratar de reducir y/o eliminar el uso de antibióticos. Algunas alternativas al uso de antibióticos pasan por aspectos nutricionales, que incluyen combinaciones de péptidos antibacterianos naturales, inmunomoduladores, bacteriófagos, prebióticos, probióticos y/o correctores de la microbiota intestinal. Sin embargo, también se puede abordar el problema desde el punto de vista del estado de los animales, es decir, buscando una mejora en las condiciones de salud y una mayor resistencia a las enfermedades por parte de los animales (Dawkins, 2017). Así, las condiciones ambientales, de higiene y de manejo de los animales son como claves para alcanzar un entorno de desarrollo óptimo. Algunas de las estrategias de manejo que se proponen, incluyen reducir la densidad de animales y mejorar los programas nutricionales (Pruden et al., 2013), reducir las mezclas de animales o eliminar vectores de enfermedad (Baker, 2007; Gleeson y Collins, 2015).
En este sentido, la calidad del aire en los alojamientos, ha demostrado ser un factor limitante de cara a la productividad, salud y bienestar de los mismos. La calidad del aire viene determinada por su concentración en gases nocivos, partículas y microorganismos. Elevadas concentraciones de NH3, además de afectar a parámetros productivos y a la salud de los animales de forma directa (Carlile, 1984), reducen la capacidad de respuesta inmune (Beker et al., 2004; Wei et al., 2015). Por otro lado, la concentración de partículas también tiene un efecto directo sobre la salud de los animales (Collins and Algers, 1986, Cambra-López et al., 2010) y su respuesta inmune (Lai et al., 2009; 2012), además de ser uno de los principales vectores para la diseminación de microorganismos (Collins and Algers, 1986). La tasa de ventilación o renovación de aire es un factor clave para reducir la concentración de contaminantes en el aire de las explotaciones ganaderas (Banhazi et al., 2008).
Por tanto, parece que hay margen para que factores que pueden alterar el bienestar de los animales durante el cebo, puedan llegar a ser considerados como alternativa al uso de antibióticos si se encuentran las combinaciones adecuadas.
Arantxa Villagrá García
Centro de Tecnología Animal CITA-IVIA. Segorbe (Castellón)