La rentabilidad económica en las explotaciones ganaderas está ampliamente condicionada por dos variables:
● Coste de las materias primas de la alimentación
● Precio de las producciones ganaderas
En el sector ganadero los productores tienen escasa influencia sobre ambos parámetros, ya que están regulados por lonjas y acuerdos intersectoriales, así como por las omnipresentes leyes de la oferta y la demanda.
Ante esta situación, una vez definida la orientación productiva de la granja para conseguir una rentabilidad y, por lo tanto, una sostenibilidad económica, es necesario trabajar en eficiencia.